Victoria tenía un blog. Uno de tantos. Personal, melancólico y con una plantilla rosa. Un blog que ya no está, como tantos otros que desaparecen, día a día. Yo leía su blog y le comentaba. Ella respondía mis comentarios y, con el tiempo, empezamos a generar uno de esos vínculos endebles y complejos que se forman entre quien lee un blog y quien lo escribe. Empezamos a creer que nos conocíamos.
Y nos agregamos mutuamente al MSN Messenger.
Victoria era de Santa Rosa, La Pampa, y estaba en vías de divorciarse de un tal Mariano. Se conectaba de madrugada, cuando su marido dormía y nos hemos llegado a pasar casi la noche entera conversando sobre cualquier cosa.
Hasta que un día, decidió enviarme una foto, para que la conociera. Su email tenía como referencia la frase "decime que soy linda".
La foto adjunta era una típica foto familiar, en un lugar que parecía algún tipo de parque. Aparecía con los hijos.
Y era bastante obvio que la foto había sido "croppeada" para eliminar del cuadro al marido.