CLIENTE: Me tiene podrido, la voy a mandar a matar.
ABOGADO: Sabés que conozco la gente que podría hacer eso.
CLIENTE: Sí, lo sé ¿Pero? Porque siempre tenés algun "pero".
ABOGADO: ¿Realmente querés hacerlo?
CLIENTE: Disculpame... ¿Y desde cuándo tenés moral?
ABOGADO: ¡Touche!
CLIENTE: ¿Te sirvo otro whisky?
ABOGADO: No, gracias, ya tomamos demasiado los dos... Pero... ¿Estás seguro? ¿Dejarías a tus chicos sin mamá?
CLIENTE: ¿Y qué es preferible? ¿Que se críen huérfanos o que los críe esa psicótica?
ABOGADO: Touché, touché y mil veces touché. Mejor dejemos la bebida, al menos por hoy.