222 - A rodar la vida

"Tercer mundo" y "El amor después del amor", discos consecutivos de Fito Páez, fueron la banda de sonido de mis años de estudiante secundario. Cuando estaba por casarme, mi hermana estaba muy enganchada con Fito y me mangueaba esos dos CDs en forma permanente.

Un día, a Valeria -que aún era mi novia, en ese entonces- se le ocurrió la siguiente idea descabellada:

"Podrías regalarle esos dos CDs a tu hermana, cuando te vayas de tu casa, que a ella le gusta mucho más que a vos"

Francamente, lo primero que me pasó por la cabeza fue un: "¿Y vos qué mierda sabés qué signfican esos discos para mí?". Pero como, en esa época, discutía bastante menos, le di los dos discos a mi hermana. Hice felices a dos mujeres en un sólo acto. Y me arrepentí, porque eran mis discos, que los había comprado con el esfuerzo con el que compra las cosas cualquier adolescente carente de ingresos -o con changas pedorras- y realmente me gustaban, además de traerme muy buenos recuerdos.

No me arrepiento de habérselos dado a mi hermana. Me arrepiento de por qué lo hice. Bajo un condicionamiento infundado y estúpido. Por darle el gusto al otro, ignorando lo que yo sentía.

Hoy, eMule mediante, "recuperé" mis discos de Fito. Los chicos estaban en casa y, como si fuera una vieja propaganda de gaseosa, cocinamos fideos bailando al ritmo de "A rodar la vida".