No sé por qué me dio por volver a mirar aquellas estadísticas de inflación que me había mandado mi ex. Pero lo divertido, el gran descubrimiento, no estaba en los archivos adjuntos, en las tablas y gráficas prolijas, sino en el mismísimo email. Al pie, Valeria había olvidado eliminar los datos del remitente: marcelo@consultorapindonga.com.ar