Y encontrábase Esteban a mitad de un polvo razonablemente bueno, cuando a esa máquina siniestra denominada teléfono celular ocurriósele sonar. La tentación resistir no pudo de echarle mano a la susodicha pieza de tecnología, sólo para recibir, en la pantalla exterior, la peor identificación de llamadas posible, aquella que reza "Valeria".
Sin dubitarlo ni un solo segundo, presionó Esteban el botón rojo, dando muerte al responsable de la tamaña osadía de interrumpirlo y continuó con su faena. En la lontananza, oyó al teléfono fijo repiquetear levemente, pero ignorolo en un par de ocasiones hasta que cesó en el fútil intento de llamar su atención.
Jamás tomose la molestia de volver a encender el adminículo movil hasta la mañana siguiente, para hallar un mensaje de voz de la susodicha exposa, que aullaba un "llamame urgenteeeee, pedazo de hijo de puta". En un acto de autoflagelación, decidió devolver el llamado.
- Hola ¿Qué querés? - dijo
- Ah... Apareciste, pedazo de forro.
- Tenés un minuto para decirme qué necesitas. Y una puteada más y vuelvo a apagar el teléfono.
- No, ahora no necesito nada.
- Bueno, chau.
- Ah, no, no, no, queriiiiido, ahora me vas a escuchar.
- Te quedan cincuenta segundos.
- Anoche tu hija tuvo fiebre y yo no tenía antitérmico.
- Problema tuyo, que no sos una madre previsora y no tenés el botiquín completo.
- Y yo, a esa hora, no podía salir a comprarlo y no te pude localizar para que fueras vos y me trajeras el remedio, porque no atendías en el departamento y apagaste el celular ¿Te parece bonito, abandonar así a tu pobre hijita?
- Disculpame, pero anoche estaba ocupado, no hubiera podido ir a la farmacia de todos modos.
- ¿Y por qué me apagás el teléfono, pedazo de sorete?
- Justamente, para que no me rompas las pelotas - en este punto de la conversación, había ya empezado a levantar la voz.
- ¡Pero vos sos un irresponsable de mierda! ¡Vos tenés que tener el teléfono encendido siempre, siempre, siempre! Después tus hijos te necesitan y no estás.
- Sí, claro... Tengo que ser tu cadete las 24 horas. ¿Por qué no llamaste al delivery, para que te trajeran el medicamento?
- Es que, al final, como vos no aparecías, eso hice.
- ¿Y entonces?
- Entonces sos un pedazo de hi...
Y cortole Esteban mucho antes de oir el final de la frase.